Morelia, Michoacán, a 20 de julio de 2021.- Entre la biodiversidad que registra Michoacán, se encuentran especies que por años la población ha visto en su entorno cotidiano sin conocer la importancia ambiental que representan para el ecosistema, ejemplo de ello es el árbol conocido como ceiba, pochota o algodoncillo en la región donde se le encuentra, la zona Sierra- Costa, en la depresión del Balsas Tepalcatepec y Cuitzeo.
A la ceiba o pochota se le puede hallar también en el Parque Estatal Cerro Punhuato, ubicado en el municipio de Morelia, ya que ha encontrado en este clima un lugar propicio para desarrollarse al igual que en el clima más cálido y húmedo. A la ceiba también se le puede encontrar en regiones como la Sierra–Costa, en la depresión del Balsas Tepalcatepec y Cuitzeo.
La pochota es un árbol protegido que se ha conservado para que más generaciones puedan contar con sus servicios ambientales que ofrece, a pesar de que su status oficial no es el de riesgo, si enfrenta actualmente amenazas como la deforestación y transformación del suelo, que podrían provocar perturbaciones en su hábitat.
Esta especie no es única de Michoacán, se le ha encontrado en entidades como Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Puebla, Estado de México, Quintana Roo y Campeche.
El árbol es muy reconocido por sus frondosas ramas y porque el algodoncillo que cubre las semillas que produce la ceiba, así como algunas partes del árbol son utilizados para realizar diversas artesanías u objetos ornamentales, además de colocarla en algunas calles y avenidas de los municipios donde se le ubica, para embellecerlas.
En algunas comunidades donde la ceiba está presente, en antaño se usaba también el algodoncillo como relleno de almohadas y cojines. En algunos lugares la madera de los frutos, tronco y espinas que da la pochota es utilizada para la elaboración de juguetes, artesanías y artículos torneados, incluso puede ser usada como alimento, aunque en Michoacán no hay antecedente de esta actividad.