–La joven de 23 años, víctima de violencia sexual, recibió ayuda de la Seimujer

MORELIA MICH., 30 de noviembre del 2020.- La violencia sexual de la que fue víctima se impuso y estremeció hasta su más profunda ilusión, pero no sus deseos de vivir y salir adelante: “no soy del sexo débil, porque toda mi vida he sufrido, he estado sola y pude levantarme”, afirma “Daniela” a sus 23 años de edad, quien guarda la esperanza de llegar a ser médico veterinaria y ver crecer a su hijo.

Se describe como una chica insegura, temerosa y que no habla con las personas hasta no tomar la confianza suficiente, desde su infancia ha sufrido abuso sexual, pero lo mantuvo en secreto. Hace mes y medio sufrió su última agresión antes de pedir ayuda, ocurrió con una persona todavía más cercana a ella.

La Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (Seimujer) en Michoacán ha brindado apoyo psicológico y legal para que este acto no quede impune, pero sobre todo rescatar una vida de las garras de la violencia, fenómeno que aqueja a miles de mujeres en Michoacán, México y el mundo. Garantizarle a las mujeres una vida libre de violencia, el objetivo.

“Mi único miedo es que sigan pasando este tipo de cosas, a lo mejor ya no conmigo, pero sí con las demás personas, que les puedan hacer las mismas cosas”, externó al compartir su testimonio para que otras michoacanas confíen y no duden de hacer su llamado de auxilio ante cualquier acto que ponga en riesgo su tranquilidad.

“Daniela” quiso poner un alto para no dejar que las personas piensen que tienen algún derecho sobre las otras, “o que pueden hacer de nosotros lo que quieran nada más porque piensan que somos el sexo débil, como todo mundo lo cree”, agregó al mantener su esperanza por ser una persona feliz que pueda salir y convivir con muchas personas; hacer amigos y lo que normalmente hace una persona de su edad.

Hoy tiene el sueño de que su pequeño llegue a ser un buen hombre, que respete y se dé a respetar, haga su vida como debe de ser y sin desviarse de los valores y responsabilidades sociales, pero sobre todo frente a sus semejantes, las mujeres.