Se necesita retomar la Política de Desarrollo Rural como una de las principales prioridades de Gobierno y Desarrollo

Guillermo Salas Razo

 

A lo largo de los años la política de desarrollo rural en México ha tenido una serie de errores y aciertos.

 

Uno de los principales errores ha sido la falta de inversión en infraestructura rural, lo que ha limitado el acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad y carreteras; esto ha afectado la productividad de los agricultores y limitado el desarrollo económico de sus comunidades.

 

Otro error ha sido la falta de apoyo a los agricultores para mejorar sus prácticas agrícolas; esto ha limitado la producción y la calidad de los productos del campo, lo que ha afectado la rentabilidad de esta actividad productiva.

 

Por otro lado, uno de los aciertos que debo destacar en materia de política de desarrollo rural en México fueron el apoyo a los programas de educación rural; esto permitió en su momento a los agricultores mejorar sus habilidades y conocimientos, lo que contribuyó a su vez a mejorar la productividad y la calidad de los productos agrícolas, donde también esta acción tuvo su contribución en la mejora de acceso a los mercados, permitiendo con ello que los agricultores pudieran vender sus productos a precios más competitivos.

 

Sin embargo, la política actual del gobierno ha dejado de considerar como prioritaria la política de desarrollo rural y ha adoptado una política insuficiente para abordar la pobreza en este sector.

 

Esto es evidente si analizamos la política de desarrollo asumida por el gobierno actual, pues vemos como deja de lado el problema de la desigualdad de género en el campo, no obstante que las mujeres rurales siguen enfrentando grandes desafíos para acceder a los recursos y servicios básicos.

 

Por eso necesitamos retomar la política de desarrollo rural como una de las principales prioridades del gobierno, y orientarlas a promover el desarrollo económico, social y ambiental con un diseño de estrategias que se traduzcan en la mejora de la calidad de vida de los habitantes de las zonas rurales del Estado y el país.

 

Esto es:

 

  • Una política de desarrollo con programas de mejora en la infraestructura de las zonas rurales que incluyan la construcción de carreteras, puentes, escuelas, hospitales y otros servicios básicos, que brinden mejor acceso a los servicios y mejoren la calidad de vida de la sociedad en el medio rural.

 

  • Una política de desarrollo con programas para mejorar la productividad agrícola en las zonas rurales que incluyan la provisión de asistencia técnica, la mejora de la infraestructura agrícola, el desarrollo de nuevas variedades de cultivos y la promoción de la agricultura orgánica, que repercuta en la mejora de la producción y en la obtención de mayores ingresos para los agricultores.

 

  • Una política de desarrollo con programas de mejora en la educación en las zonas rurales que incluya además de las becas, la construcción de nuevas escuelas, la provisión y la mejora de la calidad en la educación.

 

Si queremos que nuestro Estado y país mejore en infraestructura, en productividad, en educación, y en desarrollo económico y social, se necesita priorizar la política de desarrollo rural en nuestro país.

 

Sí, una política de desarrollo rural lo suficientemente ambiciosa para abordar los problemas de la pobreza rural, de desigualdad de género, de baja productividad, de rezago en infraestructura, y de rezago educativo; una política de desarrollo rural que permita a las comunidades rurales desarrollarse económicamente y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, #PalabraDeNicolaíta