“Agua” el Proyecto Político, Social, Económico y Ambiental que México Requiere

Guillermo Salas Razo

La escasez de agua es un problema innegable que nos afecta desde hace mucho tiempo, y cada vez experimentamos una disminución notoriamente significativa en la disponibilidad de ella, lo que provoca serios problemas para la producción agropecuaria y para la población en general.

En México la Comisión Nacional del Agua (Conagua) comenzó desde el inicio de este 2023 con operativos de abasto de agua en al menos cuatro estados, y al 15 de febrero el monitor de sequía de México reportó un total de 46.28% del territorio del país con registros de algún tipo de sequía.

Esto se debe principalmente a la falta de una gestión adecuada de los recursos hídricos, a la contaminación de los mismos y desde luego al cambio climático.

Por eso para evitar la escasez de agua, nuestros tres niveles de gobiernos deben tomar medidas urgentes para mejorar la gestión de los recursos hídricos; esto incluye, la implementación de políticas de conservación y uso eficiente del agua, así como la promoción de la reutilización y el reciclaje del agua.

Además, deben invertir en infraestructura para mejorar el acceso al agua potable y asegurar que los recursos hídricos sean utilizados de manera sostenible.

Otra medida importante que deben tomar es la reducción de la contaminación del agua y de nuestros mantos freáticos a través de la implementación de estándares de calidad del agua, la vigilancia de los cuerpos de agua, y la aplicación de sanciones a aquellos que contaminen los recursos hídricos.

Y sin duda una medida necesaria es, sumarnos a los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático; esto incluye la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la promoción de la energía renovable y la protección de los ecosistemas (en este caso los ecosistemas hídricos).

El agua es un recurso vital para la vida, y su escases la está convirtiendo en un catalizador de conflictos políticos y sociales.

La escasez de agua ya está provocando una disputa entre los estados por los recursos hídricos, que no tardan en convertirse en conflictos políticos y sociales.

Ya escuchamos en las noticias (por cierto, cada vez más frecuente), que hay disputas entre vecinos, grupos sociales, colonias, gobiernos municipales, productores agropecuarios, industrias e incluso hasta con el país vecino por la propiedad y derecho del uso del agua.

Esto está escalando a cada día más y está generando una mayor desigualdad social y frenando el desarrollo económico, especialmente en las zonas rurales.

México en lugar de invertir en proyectos sin prospectiva de desarrollo “un Tren Maya, un Aeropuerto Felipe Ángeles y una Refinería Dos Bocas”, debería invertir en infraestructura hídrica (adecuada para el almacenamiento, manejo y distribución del agua).

No se requiere de mucha ciencia o de muchos estudios de pertinencia, viabilidad, factibilidad, rentabilidad (social y económica) y sustentabilidad para entender que el agua puede será el mejor proyecto político, social, económico y ambiental que México necesita, #PalabraDeNicolaíta.