Por: Guillermo Salas

El Sistema Agroalimentario global es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo significativamente al Cambio Climático.

Sin embargo, un nuevo informe del Banco Mundial señala que este mismo sistema ofrece una gran oportunidad para reducir hasta un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero de manera asequible y económica.

El informe, titulado «Receta para un planeta habitable: Cómo alcanzar las cero emisiones netas en el sistema agroalimentario «, destaca la importancia de tomar medidas urgentes para reducir las emisiones del sistema agroalimentario.

Según el informe, si se adoptan medidas adecuadas, se puede lograr una reducción significativa de las emisiones para el año 2030.

Esto no solo ayudará a limitar el aumento de la temperatura global, sino que también tendrá beneficios adicionales como la mejora de la salud humana, la seguridad alimentaria y nutricional, y la creación de empleos de calidad.

Además, estas medidas no solo ayudarán a mitigar el Cambio Climático, sino que también harán que el suministro de alimentos sea más seguro y resiliente, especialmente para las personas vulnerables y pobres.

El informe identifica tres grupos de países y las medidas que pueden tomar para reducir las emisiones del sistema agroalimentario.

Los países de altos ingresos pueden liderar el camino al proporcionar apoyo a los países de bajos y medianos ingresos para que adopten prácticas agrícolas de bajas emisiones y reduzcan los subsidios a las fuentes de alimentos de alta emisión.

Los países de ingreso medio, por su parte, pueden reducir hasta tres cuartas partes de las emisiones globales del sistema agroalimentario mediante prácticas más sostenibles, como la reducción de emisiones del ganado y el arroz, la inversión en suelos saludables y la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos.

Y los países de bajos ingresos pueden aprovechar las oportunidades climáticamente inteligentes para el desarrollo económico sostenible, como la preservación y restauración de los bosques.

Es importante destacar que todas estas medidas deben ser adoptadas de manera integral y coordinada para lograr el objetivo de cero emisiones netas en el sistema agroalimentario. Esto incluye la reducción de emisiones en todas las etapas de la cadena de valor, desde la producción hasta el envasado y la distribución de alimentos.

El informe también señala que los beneficios de invertir en la reducción de las emisiones del sistema agroalimentario superan con creces los costos. Estos beneficios incluyen mejoras en la salud humana, seguridad alimentaria y nutricional, empleos de calidad y ganancias para los agricultores, así como la retención de carbono en bosques y suelos.

Además, estas medidas también ayudarán a proteger a las personas más vulnerables y pobres, que a menudo son las más afectadas por el cambio climático y la inseguridad alimentaria; al mejorar la resiliencia del sistema agroalimentario, se garantizará un suministro de alimentos más seguro y estable para estas comunidades, #Palabra_de Nicolaíta.