Morelia, Mich., 15 de febrero de 2024.- En el marco de los 200 Años de Michoacán como estado federal, se presentó el libro Cancionero michoacano 1830-1940. Canciones, cantos, pirekuas, coplas y corridos, un repertorio regional que comprende del año 1830 a 1940, y que refleja observaciones históricas y literarias de la época.

 

Desde el Museo del Estado de la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), el historiador Álvaro Ochoa Serrano relató que esta obra se trata de una recopilación musical de que le canta a lo divino, terrenal, triunfos y derrotas, amor y desamor; un pretexto para hablar de cómo se vivía en Michoacán por esos años.

 

La antología es favorecida por la aparentemente sencilla introducción del historiador, quien guía a las y los lectores por una erudita interpretación de la historia michoacana en cuestión. Por otra parte, el ensayo literario de Herón Pérez Martínez es un valioso complemento a la introducción histórica ya que establece un marco teórico fundamental para el estudio de la tradición popular, tanto en Michoacán como en el ámbito de la lengua hispana.

 

El maestro Juan Zacarías Gómez, de la comunidad purépecha de Charapan, compartió que no se tiene noticia de otro trabajo que reúna un repertorio regional con similar diversidad de contenido, con el amplio margen -1830 a 1940-, y que refleje las observaciones históricas y literarias al nivel de la meticulosa investigación evidente en este estudio.

 

Es esta una obra de consulta tanto para investigadoras e investigadores, como para el público en general que desee adentrarse en los resortes íntimos del pueblo michoacano durante el tránsito pesado de la vida colonial hasta el estadio de una nueva sociedad republicana.

 

El periodo cubierto en el Cancionero michoacano representa una época clave o bisagra que separa la cultura pre moderna que empieza a abandonarse ante la modernidad que se aproxima. Hay en ella una gran diversidad de expresiones emotivas que proveen el escenario cotidiano en el que transcurre la vida de un pueblo: amoríos, rivalidades y quejas, así como ternura, inspiración y espiritualidad.