Morelia, Mich., 24 de febrero de 2021.- La Contraloría Municipal de Morelia es nicho de irregularidades, recientemente se descubrió que el subcontralor, de nombre Aniceto Montaño Hernández, cobra además como instructor del ICATMI en el Plantel de San Lucas y en sus tiempos libres, maneja redes sociales para aspirantes morenistas, incluida una donde promociona al presidente municipal con licencia, Raúl Morón Orozco.
A su arribo a la alcaldía, Montaño Hernández ingresó como director en calidad de contralor; después, Morón Orozco nombró a Norberto Bedolla Rendón, hijo de un cercano amigo de la Liga Municipal de Fútbol, como titular de la Contraloría.
Sin embargo, para no retirarle la categoría de director, el presidente municipal con licencia nombró a Aniceto Montaño subcontralor, cargo que no existía en el organigrama municipal por lo que, además, Morón Orozco ordenó y autorizó la creación de dicha figura.
“Aniceto Montaño Hernández ingresó al ayuntamiento de Morelia el 16 de septiembre de 2018, como director de la contraloría municipal; el alcalde ordenó que se modificara el organigrama de Contraloría y se crea la figura del subcontralor a partir de enero de 2019”, explicó un trabajador que pidió el anonimato ante el temor de represalias.
Con un nivel nominal de director, Montaño Hernández percibe un salario de 18 mil 165 pesos mensuales; pero, además, tiene otras percepciones equivalentes a 11 mil 293 pesos, es decir, su sueldo es de 29 mil 458 pesos mensuales.
El subcontralor de Morelia es, además, funcionario del gobierno estatal. Labora en el Instituto de Capacitación para el Trabajo, ICATMI, a donde ingresó el primero de agosto de 2011, con el puesto de “Interinato Instructor” y número 15 de nómina, percibiendo un salario quincenal de 2 mil 634.49 pesos hasta el año pasado.
De ellos, mil 673.55 pesos corresponden al suelo base y el resto, son apoyos diversos marcados en el Contrato Colectivo de Trabajo acordado con el sindicato, como despensa, ayuda por servicio, apoyo para material didáctico, apoyo para servicios 1 y 2, de transporte, para actividades deportivas, capacitación, ayuda para actividades, quinquenios, servicios estatales y otras prestaciones.
Ni el gobierno municipal ni el estatal prohíben el ejercer funciones en ambos niveles, siempre y cuando los horarios así lo permitan.
El problema aquí, es que, con un cargo de mando medio en el municipio, el horario obligado para el subcontralor sería de 8.30 a 15 horas y de 18 a 21 horas y en el ICATMI está asignado como instructor en el Plantel de San Lucas, municipio a más de 4 horas y media de la capital michoacana.
El conflicto de intereses es mayor toda vez que el área de revisar las anomalías en las que labora Aniceto Montaño, es la Contraloría municipal de donde es el segundo al mando.
“Yo soy simpatizante de Morena y me parece una ofensa que se diga que hay honestidad y transparencia; el subcontralor debería poner el ejemplo y sólo está traicionando los principios de la Cuarta Transformación y ahora hasta pretende ser diputado por el Distrito XVI”.
Trascendió asimismo que, en redes sociales, el subcontralor de Morelia alimenta contenido para la página a Morón y opera otras tres con su nombre: “Aniceto Montaño”, “Cheto Montaño”, “Cheto Montaño R21”, donde de cotidiano difunde las acciones del aspirante a la alcaldía Alfredo Ramírez Bedolla y de la rectora de la UNLA, también por Morena, Mariana Sosa, entre otros.
Este es el segundo conflicto de intereses que se exhibe del gobierno moronista, específicamente de la Contraloría Municipal. Hace escasas dos semanas, Notivideo difundió que el Contralor Norberto Bedolla Rendón, había sido acusado de corrupción y fraude, así como de hacer uso ilícito de recursos municipales y de tráfico de influencias.
En una decisión por demás insólita a pesar de las pruebas presentadas por la víctima, toca a Bedolla Rendón acusarse, juzgarse y proceder al ser titular de la Contraloría municipal; la querella en contra de Bedolla Rendón no ha seguido el debido curso y proceso; no está archivada, sobreseída o concluida, sigue “avanzando”, pese al conflicto de intereses y luego que el señalado contrademandara y acusara de falsedad al acusador, sin comprobar su defensa.
En el caso denunciado ante la Contraloría Municipal y en el área de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Pública, también es señalada Verónica Zamudio Ibarra, exdirectora de Participación Ciudadana y Prevención del Delito, así como Iram Leyva Gil, quien laboraba en el área jurídica del municipio.